Siempre me ha afectado mucho lo que los demás piensen de mí, ya sea de forma negativa o positiva, siempre he sentido ese dolorcito en el pecho cuando alguien que conociera o no decía algo malo de mí, aunque sea algo mínimo, aunque sea un simple comentario, siempre me he sentido ofendido y a lo largo de los años estoy consciente que cada vez repercute más en mi autoestima, ¿Qué puedo hacer?
Es normal sentirnos incómodos cuando alguien dice algo malo de nosotros, sobre todo las primeras veces, sin embargo, conforme pasa el tiempo, es fundamental que por salud mental, aprendamos a no hacer caso a estas palabras.
Sin importar tu edad actual, si aún no has sido desarrollado esa habilidad de poder ignorar los comentarios negativos de los demás y no dejar que repercuta en tu vida emocional, en SuperarHoy vamos a ayudarte y vamos a explicarte de la forma más fácil, cómo superar cuando hablan mal de ti en solo 6 pasos y/o conceptos que tienes que entender.
1. Solo tú conoces la verdad
Piensa en los argumentos que circulan sobre ti, ¿Son ciertos? ¿Están contando la versión real? ¿Conocen toda la historia? No, claro que no, nunca habrá nadie que conozca la situación real más que tú, eres el único o la única que conoces cada detalle de tu pasado, de tus acciones, de sus consecuencias y de tu vida.
Además, recuerda que no le debes explicaciones a nadie que quiera burlarse de ti, porque quien se mofa, no busca argumentos para dejar de hacerlo, simplemente evade la historia completa y se centra en la situación adversa o vergonzosa para ridiculizar a los demás, por lo tanto, el problema es él, ella, ellos o ellas, no tú.
2. A la gente no le interesan tus problemas y/o situaciones
Puede que al inicio sientas que todos te miran, que todos hablan de ti, que esos comentarios negativos sobre tu persona, están en la mente de todos durante todo el día y a todas horas, pero, ¿realmente es posible esto? ¿En verdad crees que la gente tiene tiempo y ganas de pensar en los problemas de alguien más? No, todo el mundo tiene mil cosas más importantes en las que pensar, y aunque en un momento se rían de ti, en los minutos siguientes, ya lo habrán olvidado, entonces, si ellos dedicaron 30 segundos para burlarse, ¿por qué dejarías que a ti te afecte 24 horas?
3. La habladuría no es una virtud
¡Jamás tengas miedo a los que se burlan de los demás! Este tipo de personas no son más que tú, no son más valientes, no son más sinceros, no son más sabios, todo lo contrario; quien habla sin fundamentos es solo un charlatán, y lo mejor que puedes hacer es ignorarlos.
4. El mejor castigo siempre será el silencio y la indiferencia
Quien habla mal de ti tiene como objetivo que tú te enojes, te sientas mal y que los demás por al menos unos minutos, estén de su lado, haciéndole sentir poderoso y manipulador.
Por consiguiente, lo peor que le puede pasar es que a ti no te afecte, que pases de esos comentarios, que ni siquiera te tomes el tiempo de recriminarle, con el silencio y la indiferencia se mata hasta al chisme más grande y perverso, así que; ¡aplícalo!
5. Los que te quieren, pasarán de los chismes y estarán contigo
¿Y si de esas 100 personas desconocidas que se burlan de ti, hubieran 10 que te estiman y te apoyan? ¿Y si hubiera 5? ¿Y si hubiera tan solo 1 persona dentro de esas 100, 1 capaz de apoyarte y extenderte su cariño más sincero?
Es así, no importa la cantidad de gente que se burle de ti, siempre tendrás el apoyo de tu madre, tu padre, tus hermanos, tu novio, tu novia, y todas las personas que te aprecian de verdad y que están contigo, haciendo caso omiso y haciéndote sentir que te creen, que no importa la situación por la que hayas pasado; ellos están y estarán contigo.
6. Tarde o temprano pasará y todo será un mal recuerdo
Pronto habrá una nueva habladuría que difundir, un nuevo caso que comentar, los comentarios hacía ti pasarán a un segundo plano, habrás ganado, porque habrás aplicado los consejos anteriores y no te sentirás mal, solo sentirás algo de pena por ellos, porque ocupan su recurso más valioso (tiempo) en tratar de subestimar a los demás, para esconderse de su triste y oscura realidad.